2016

Llegados ya el mes de febrero, reconozco que es tarde mi reflexión de lo acontecido en el año que hemos dejado atrás, pero aun así, como el refrán dice: MAS VALE TARDE QUE NUNCA.

El año 2016 fue un año lleno de sorpresas para mi persona, en todos los ámbitos.

Numeraré por orden de fecha (si mi memoria, últimamente haciéndole la competencia a la  simpática pececillo azul Dory), los acontecimientos más relevantes de mi incursión al mundo Blogger y literario.

Por el mes de abril, la que es ahora mi compañera del blog, me ofreció colaborar con ella y su compañera en el Blog Paraíso de los libros perdidos haciendo reseñas de libros, ¿yo?, que me cuesta explicarme con brevedad, pero acepte e hice mi primera reseña a la que han seguido varias más. 

Gracias a mi participación en este blog, he conocido grandes editoriales como pueden ser El salto, Romantic, Dirty books, Red Apple, Kiwi, LxL, etc., que aunque no lleguen a tener el índice de ventas y el renombre de Planeta o Random son igual de grandes. 

También he conocido a grandes escritores y grandes personas como Luz Guillen ,Antonio Reina (con los que tuve el honor de colaborar en una antología Benefica), Carlos Venegas, Maiko Pink, Mc Encinas, Asun García, Francisco Izquierdo, Alberto Muñoz Duran, Antonio Lagares, Clara R. Sierra (organizadora de Athalia y cía, una revista digital con la que colaboro), Eba Martín Muñoz, María Martínez Diosdado, Roberto Martínez Guzmán y otros tantos que fijo que olvido, mis disculpas. 

He disfrutado con las lecturas de los libros que han escrito y con la sencillez y humildad que han demostrado en las conversaciones que he mantenido con ellos. 

Incitada por mi mejor amigo, mi compañero y mayor crítico, mi marido, empecé a escribir pequeñas historias. Algo que ya hacia con anterioridad pero nunca de forma tan extensa. Y me presenté a algunos concursos literarios de relatos. Mi sorpresa fue cuando con dos micro relatos salí seleccionada para dos antologías de diversidad literaria.


Meses más tarde, en verano, mi compañera me dijo de presentarnos a dos más, donde los relatos ya se extendían un poco más, (2 páginas en Fussion editorial y 10 en La escuela de escritores) y bueno probé suerte también. Aquí las historias fueron muy diferentes, tenía ma para explayarme o como diría Cristina, enrollarme como una persiana, jejeje. 

Con la escuela de escritores no tuve suerte, con mi relato Lo que la sangre daña, solo la sangre enmienda; por lo que recibir la noticia por parte de Fussion editorial, que mi Relato Siempre en nuestros corazones iba a formar parte de su primera antología me emocionó muchísimo.

¡Vale!, sé que no es gran cosa, pero para mí, una persona a la que le gusta escribir, sin ser escritora, que otras personas valoren tus escritos tanto como para publicarlos junto con otros, significa mucho.
Cristina, que ya estaba metida en el mundo de la literatura en más profundidad, por la  reciente publicación de su novela Las vueltas que da la vida, me propuso participar en un antología solidaria para Allende Mundi, donde conocí a Sara del Pozo, una chica que se desvive por lo que hace y le envié el relato La lección de un niño, esta vez sin sorteos ni selección, tan sólo  como aportación al fin benéfico de la obra, UN MUNDO MEJOR.





Ya por ese tiempo habíamos empezado en el blog, un proyecto de similares características, en el que mediante un concurso de relatos seleccionaríamos junto a los escritores Antonio Reina y Luz Guillén (grandes y bellísimas personas), a los que serían los relatos que darían vida a la 1ªAntologia solidaria del blog Paraíso de los libros perdidos a la que titulamos RELATOS DEL PARAÍSO de la cual, todo los beneficios obtenidos  están siendo transferidos a ASPANOB (Asociación de padres de niños con Cancer de Baleares). 

La portada fue obra de un amigo que nos aguantó los mil y un cambios de opinión que tuvimos Cristina y yo y fue capaz de hacer algo de acorde con nuestros dispares gustos, gracias Dani. 
Fue un proyecto en el que pusimos mucha ilusión, tanto Cristina como yo y con el que me sentí enormemente arropada por mi marido, que me apoyó  y animó  en todo momento.

Cuando el libro salió a la venta no sabíamos cómo iba a resultar, pero nos sorprendió gratamente su acogida. 

Por mi parte quiero agradecer a todos mis compañeros del Mercadona  de Alcudia que obtuvieron su ejemplar  apoyándome en el proyecto y aportando así su granito de arena a ayudar a tirar del tren a la asociación ASPANOB. A Xisca, la propietaria de la papelería Pizell de Puerto de Pollensa, que puso en venta la antología en su local. A mi familia, que sin ser lectores adquirieron un ejemplar. Gracias chicos sois lo más, 😉. 

Como ginda del pastel, pude  asistir junto a mi marido y un amigo, a un conferencia que el escritor, periodista e investigador Javier Sierra dio en Pollença sobre su libro el Maestro del Prado donde tras deleitarnos y contagiarnos con su pasión por su trabajo, muy amablemente  nos firmó los ejemplares que llevamos.


Y hasta aquí ni recorrido por el 2016, simple para muchos enormemente gratificante para mí.

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