DE VUELTA A LA NIÑEZ

Mi compi y amiga del blog Paraíso de los libros perdidos, me propuso felicitar las fiestas con un mini relato.

Nunca habia escrito nada referente a la Navidad propiamente dicha.

Lo que éstas mágicas  fechas representan en la mayoría  de los  hogares, en cualquier parte del planeta.

Así que aquí os dejo lo que me salió.

FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2017


Cada año, en estas fechas llega a mi memoria el recuerdo de los tiempos en que me levantaba casi al despuntar el alba, despertando a mis hermanos mayores, para llegar hasta el árbol donde estaban todos los regalos, envueltos de colores brillantes y vistosos pompones, todos y cada uno de ellos con la etiqueta puesta, colgando, con el nombre del que será su dueño.

Incluso a el olor a chocolate caliente y bizcocho recién hecho, inmunda mis sentidos.

Con una sonrisa por tan bellos recuerdos, coloco el último regalo. Había seguido las pautas que nos inculcó mi madre. Cuatro regalos por cabeza. Uno necesario, uno útil, uno que nos ilustre y lo que realmente desearan.

Volví a meterme en la cama abrazándome a mi marido.

-¿Todo listo? -Preguntó con una sonrisa.

– Si, ahora solo queda esperar a… -ni tiempo me dio contéstale cuando oímos la puerta de la habitación de las gemelas abrirse y aporrear la de su hermano mayor.

– ¡¡¡Vamos Nono, levanta!!!, -el ruido de la puerta abrirse de nuestro hijo mayor me hizo sonreír.

– ¿Qué pasa canijas?, si aún ni es de día… -podía percibir el tono divertido en su voz.

-¿Tu tas tonto? -Preguntó Sofia con esa voz tan peculiar suya de sabelotodo- Papa Noel… Ya debe haber dejado los regalos.

– ¿A dos brujas como vosotras?, ¡¡que va!!, pero fijo que para mí si hay algo -contestó entre risas.

– Me toca -me susurró mi marido mientras se levantaba- ¿A ver se puede saber que este jaleo? – preguntó alzando la voz, fingiendo estar molesto al abrir la puerta de nuestro dormitorio.

– Papá, Papá Noel ya debió llegar -le informó con timidez Ana- ¿podemos ir a mirar?

Podía percibir el nerviosismo de mis pequeñas por el silencio de su padre, como le gustaba el teatro a mi marido, sonreí.

– ¿Pero vosotras creéis que se habrá acordado de vosotros?, no sé… No sé… Bueno, id, pero si no hay regalos no os lo toméis a mal -las niñas con un grito de alegría salieron corriendo ante la mirada divertida de mi hijo y mi marido-. Van a flipar, acompáñalas.

Los gritos llegaron sin demora a mis oídos. Me levanté y tras colocarme la bata nuevamente, fui en busca de mi marido, que observaba desde la puerta la imagen de nuestros hijos, Nono de 14 años y las gemelas de 7.

– Pero bueno… ¿Qué es todo esto?

– Mamá, ¡¡¡Papa Noel ha venido!!!

– Ya veo ya… ¿Os apetece un chocolate?

– ¡¡¡Si !!! -contestaron todos al unísono

Con una sonrisa fui hasta la cocina a preparar el chocolate, troceé el bizcocho de dátiles y nueces que había preparado la noche anterior y llegué con la bandeja hasta el comedor que ya estaba enmoquetado de brillantes trozos de papel de regalo.

Tomé asiento junto a mi marido, con la taza de chocolate en la mano, disfrutando de la felicidad que inundaba la estancia. Mis hijas iban y venían mostrándome cada uno de los regalos que entre su padre, hermano y yo habíamos seleccionado para ellas. El brillo de sus ojos, repletos de alegría nos contagió de la ilusión que acompañaba en estos mágicos días.

Por qué no hay nada mejor, que la feliz inocencia de un niño para que el corazón de un adulto vuelta a la niñez.

12 comentarios sobre “DE VUELTA A LA NIÑEZ

    1. Muchas gracias. En estos días hay que recordar lo que sentíamos y no lo que sentimos. Mantener la ilusión de un niño al máximo y vivirla junto a ellos es la función de estas fiestas. Por y para ellos.
      Felices fiestas.
      Un saludo.

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